Residencia Pirineos

En el sector de la asistencia a personas mayores, particularmente en relación con los gerocultores. Se destaca la falta de formación adecuada para estos profesionales, quienes desempeñan un papel fundamental en el cuidado diario de los ancianos. La pandemia de COVID-19 puso aún más presión sobre ellos, resultando en un alto número de contagios y bajas laborales.

Ante esta situación, se plantea la necesidad de mejorar el estado físico, mental y social de los gerocultores y sus familias, prevenir enfermedades y proporcionar seguridad. El objetivo es lograr estabilidad emocional, reducir el estrés y dotar al centro de herramientas tecnológicas para controlar la pandemia. Además, se reconoce la importancia de la formación profesional para actuar ante cualquier situación.

Se establece una serie de actividades en colaboración con profesionales de salud mental, fisioterapeutas y empresas tecnológicas. Se implementan sistemas de diagnóstico y control de constantes vitales en las unidades habitacionales del centro. En el aspecto psicológico, se brinda apoyo a través de una línea telefónica proporcionada por la Fundación Mémora. En cuanto al aspecto físico, se recurre a un grupo de fisioterapeutas para tratar posibles lesiones y prevenir enfermedades.

En términos tecnológicos, se desarrollan sistemas de control de constantes vitales a través de relojes de pulsera y elementos de seguimiento para evitar que los residentes se desorienten. Estas acciones han llevado a un alto nivel de homologación del personal según el Departamento de Ciudadanía y Servicios Sociales del Gobierno de Aragón.

En resumen, se han identificado las necesidades del sector de asistencia a personas mayores y se han implementado diversas acciones para mejorar la formación, el bienestar emocional y físico del personal, así como para fortalecer los sistemas de control y prevención en el contexto de la pandemia.