ASOCIACIÓN AMARA

Publicado el: 15/09/2023

Envejecimiento activo y saludable

Nuestro proyecto, se basa en apostar por un proceso de optimización de las oportunidades de salud, participación y seguridad, con el fin de mejorar la calidad de vida a medida que las personas envejecen, es decir, si se quiere hacer del envejecimiento una experiencia positiva, una vida más larga, debe ir acompañada de oportunidades continuas de salud, participación y seguridad. Es conocido por todos, que el aumento de las patologías en edades avanzadas, junto con otros factores de diversa índole, generan situaciones de dependencia. Estas situaciones, provocan estados carenciales y situaciones de necesidad, a veces muy específicas en las personas con discapacidad.

Todos nuestros centros, deben estar fundamentados en una serie de principios básicos, explícitos y compartidos por los integrantes del sistema de intervención. El conocimiento y el sentirse parte activa de esta filosofía de atención, es fundamental para poder consensuar objetivos y desarrollar actuaciones concretas.

Como principal síntoma de envejecimiento a tener en cuenta para la detección precoz y diseño de los apoyos necesarios en las personas con discapacidad, encontramos la SALUD.

SALUD: La discapacidad intelectual, puede implicar ciertos rasgos especiales que se añaden al proceso de envejecimiento, ya sea éste normal o patológico. El más destacado es que a la fragilidad intrínseca de la persona mayor, se suma la no menos delicada de la discapacidad intelectual con mayores necesidades de apoyo. Pero, sobre todo, lo más importante, es que van a expresar sus síntomas de modo particular; unas veces NO lo van a expresar y otras lo van a hacer con conductas nada habituales. Puede ocurrir que la patología pueda quedar oculta y no manifestarse hasta que la evolución sea muy avanzada, con el consecuente sufrimiento y deterioro de su calidad de vida. Se produce una secuencia compleja de cambios en distintas esferas del ser humano (biológica, psíquica, emocional, social, económica y ética, etc).

Dentro del ámbito de la SALUD, podemos encontrar:

SALUD MENTAL: La mayoría de los estudios sobre prevalencia de los trastornos mentales en la discapacidad intelectual, reflejan que existe un mayor riesgo de esta población en relación a las personas sin discapacidad de padecer problemas mentales o comportamentales. Es importante que el personal de atención directa sea susceptible a:

  • Declive en la memoria: cambios en el aprendizaje de nueva información, recuerdo de las situaciones y tareas más recientes y rutinarias.

  • Descenso en otras formas cognitivas: si se aprecian cambios o deterioro en el juicio y razonamiento, en actividades prácticas...

  • Decadencia en la orientación espacio-temporal.

  • Debilitamiento o cambios en el control emocional, motivación y conducta social: irritabilidad, apatía, retraimiento social, labilidad emocional, pérdida de activación general, de iniciativa, inicio de comportamientos inadaptados o extraños (agresividad, alucinaciones, pérdida de atención...).

SALUD FÍSICA: En la mayoría de los casos de dolencias físicas de personas con discapacidad intelectual envejecidas, no suelen presentar quejas, ni solicitar ayuda médica espontáneamente, tolerando trastornos sensoriales importantes, dolor torácico, disnea, dispepsia. En otros casos, los síntomas se manifiestan mediante el aumento de la irritabilidad, inactividad, pérdida de apetito y problemas de sueño, entre otros.

Como propuesta de mejora, podemos destacar que debido al sedentarismo que existe actualmente en nuestros usuarios/as, nos surge la necesidad de poder realizar una actividad lúdica y entretenida, apta para todas las edades, donde no se necesita ningún conocimiento previo, solo las ganas de querer participar a través del baile y la música, en un nuevo formato llamado ZUMBA.