ANTICIMEX 3D Sanidad Ambiental.
Implantación de sistemas de control de plagas SMART para la disminución de la utilización de productos químicos, emisión de CO2 al ambiente y de los accidentes in itinere
Los tratamientos de control de plagas, en concreto de control de roedores, han estado históricamente marcados por la utilización de productos químicos.
La aparición del reglamento (CE) nº 1272/2008 que modifica el reglamento (CE) nº 1907/2006 y sus posteriores modificaciones sobre clasificación, etiquetado y envasado de sustancias y mezclas (CLP) y el Reglamento (UE) nº 528/2012, que regula la comercialización y el uso de biocidas (BPR), establecieron las bases de peligrosidad y uso de los rodenticidas a nivel europeo
La clasificación de los rodenticidas anticoagulantes con las frases H360D – “puede dañar el feto, y por lo tanto, clasificado como tóxico para la reproducción categorías 1A y 1B (CMRs)” y con la frase H373 – “provoca daños en los órganos (sangre) tras exposiciones prolongadas o repetidas (para concentraciones iguales a mayores a 0.003% o 30 ppm)”, además de la creación del nuevo “registro de biocidas” en base al BPR, han definido los riesgos y medidas preventivas a tomar en cuanto a la aplicación de productos rodenticidas anticoagulantes, así como las medidas preventivas que se deben tomar para evitar la exposición de los técnicos de control de plagas a dichos productos.
En Anticimex han diseñado la actividad de control de plagas con el objetivo de minimizar el uso de productos tóxicos con la aplicación de la metodología de trabajo PC-MIA. Procedimiento de Control con el Mínimo Impacto Ambiental. Esta metodología restringe la utilización de biocidas como última opción y en casos muy concretos donde el control previo en base a medidas fiscas y/o mecánicas no ha sido suficiente.
Para conseguirlo el centro de investigación Anticimex Innovation Center (Dinamarca) ha desarrollado el servicio Anticimex Smart, una solución sostenible y tecnológicamente avanzada para el control de plagas que tiene por objetivo:
- Minimización del uso de productos tóxicos: Se han desarrollado soluciones Smart sostenibles que previenen y minimizan el uso de biocidas gracias a una monitorización que nos permite una detección precoz de la plaga, actuando únicamente cuando es necesario, además de combinar esta monitorización con sistemas mecánicos de captura que no utilizan biocidas y reducen el sufrimiento animal. Lo que reduce la exposición de productos químicos a trabajadores, clientes y en general a todos los usuarios.
- Reducción de desplazamientos: su servicio de control de plagas en un servicio de ruta, por lo que la monitorización de la actividad permite reducir las visitas que no son necesarias y gracias a una planificación de rutas más eficiente se reduce el tiempo de conducción de sus técnicos.
Esto les ha permitido reducir tanto la emisión de CO2 de los vehículos en ruta como la probabilidad de accidentes en desplazamientos a cliente o in itinere.